Por ahí te dicen que la noche en el Cabo es mágica, como si no existieran otras noches, otros lugares, otras playas. Las voces de sus adeptos aseguran que es una premisa difícil de refutar, pero pocos pueden explicarte con lujo y detalle el porqué.
Seguro tenga algo, o todo, que ver con el intenso sonido del mar, del viento, de los lobos o e incluso con momentos donde todo se conjuga en un inmenso silencio. Otras noches se suma la dicha de coincidir con noctilucas o la puesta de una luna llena, pero sobre todo y con lo que todas las personas coinciden es en las estrellas, que envuelven el cielo por completo y dejan en ridículo los horizontes de las ciudades. y no olvidar la luz puntual, precisa que gira a ritmo de reloj apenas se oculta el sol.
Pero, ¿basta con decir esto? creo que siempre queda liviano el mensaje, que no se asemeja al estar de pie ahí mismo, quizás en otros rincones basta con nombrar la playa, su plaza y el monumento más emblemático, pero acá no, quizás sea por eso que le dicen que tiene magia.